Alberto con su habitual bicicleta estropeada, se ha presentado con otra Conor, pero esta vez la de su mujer Begoña.
Traía también en mente el susodicho, un desmesurado empeño en realizar la vuelta al Añarbe.
Empezamos la ruta subiendo por Pagola hacia Oriamendi. Ninguno, salvo Javiluz que viene de recorrer el valle del Loira en 9 días realizando 900kms, nos sentimos con buenas piernas; como si en la víspera hubiéramos participado en el tappone del Passo Stelvio. Se nota que este año no tenemos regularidad alguna en las salidas y andamos flojos.
A la par del golf Basozabal se pinchan los tambores: Fernan la rueda delantera y Javiluz la trasera. Cambian las cámaras sin mayor contratiempo.
Traía también en mente el susodicho, un desmesurado empeño en realizar la vuelta al Añarbe.
Empezamos la ruta subiendo por Pagola hacia Oriamendi. Ninguno, salvo Javiluz que viene de recorrer el valle del Loira en 9 días realizando 900kms, nos sentimos con buenas piernas; como si en la víspera hubiéramos participado en el tappone del Passo Stelvio. Se nota que este año no tenemos regularidad alguna en las salidas y andamos flojos.
A la par del golf Basozabal se pinchan los tambores: Fernan la rueda delantera y Javiluz la trasera. Cambian las cámaras sin mayor contratiempo.
Bajamos a Ergobia, Astigarraga y subimos a Perurena, donde en la gasolinera inflan las ruedas a presión correcta.
A la altura del restaurante Mugaritz queda definitivamente abortada la vuelta al Añarbe.
Nos encaminamos por el sendero que en descenso parte por la derecha de la calzada, por la llamada Bolaleku Bidea.
Al adentrarnos en el bosque, un par de veces tenemos que bajarnos de las bicis para poder sortear los árboles caídos.
Llegamos a una charca donde aprovechamos para sacar unas fotos de poca calidad y proseguimos por el sendero de gravilla y lodo con muchas ramas caídas.
El camino llega a una alambrada la cual sorteamos, seguida de una bajada que hay que hacer a pie y da a una erreka, la cual pasamos con mayor o menor arte. 
Vamos a dar a una pista ancha de gravilla, hemos pasado del término municipal de Astigarraga al de Hernani, en Epele. Todo este tramo ha sido muy bonito: frondoso y verde.
En Irubide cogemos la carretera de Goizueta hasta Ereñozu, donde pasando el río por el puente nos situamos ya en el habitual camino de vuelta: Osinaga, Portu Auzoa…..hasta Amara, donde en una desacertada decisión optamos por alargar un poco el recorrido yendo a la Avenida y volviendo por Kontxa. El bidegorri está impracticable, ya sabemos para otra ocasión aunque no es la primera vez que nos ocurre
Vamos a dar a una pista ancha de gravilla, hemos pasado del término municipal de Astigarraga al de Hernani, en Epele. Todo este tramo ha sido muy bonito: frondoso y verde.
En Irubide cogemos la carretera de Goizueta hasta Ereñozu, donde pasando el río por el puente nos situamos ya en el habitual camino de vuelta: Osinaga, Portu Auzoa…..hasta Amara, donde en una desacertada decisión optamos por alargar un poco el recorrido yendo a la Avenida y volviendo por Kontxa. El bidegorri está impracticable, ya sabemos para otra ocasión aunque no es la primera vez que nos ocurre
Llegados a Ibaeta con 40kms nos quedamos en el Aratz, donde celebramos el reciente cumpleaños de Mikel al que le han caído 23, ¡por oreja claro!
subimos a Santiomendi desviándonos no como otras veces en el merendero Ermaña hacia la ermita, disfrutando de paso de sus duras pendientes. Una vez arriba disfrutamos de esta impresionante atalaya, una pena quela mañana este nubosa, avituallamos y sacamos unas poco decorosas fotos para adornar nuestro blog. 
