Dieron sus frutos las plegarias a nuestros santos favoritos: se portó Santa Bárbara desafiando los pronósticos de Mariano Medina, y las ocho de la mañana del domingo nos brindó un buen clima para la práctica txirrindulari (un poco húmedo y pesado pero no nos vamos a quejar).
San Inazio también nos concedió lo que le habíamos pedido multiplicando nuestro pelotón en un 33% respecto al domingo anterior.
San Inazio también nos concedió lo que le habíamos pedido multiplicando nuestro pelotón en un 33% respecto al domingo anterior.
Nos juntamos Mikel, Alberto, Pablo y Fernan; este último con su bicicleta “vintage” ya que la habitual la tiene en reparación.
Con la idea de dar una vuelta rápida para poder ver las estropadas nos encaminamos por el polígono Igara para empezar a quemar toxinas en Igelmalda, dura como siempre, bajar a Usurbil, Santoenea, y subir a San Esteban por Txokoalde.
En el alto hacemos el habitual descanso, fotos y dejamos unos dineritos en el cepillo para la reparación del pórtico de la iglesia que se ha derrumbado en parte.
Alberto con obligaciones sukaldaris para la cuadrilla emprende en solitario el camino de vuelta y el grueso del pelotón proseguimos ruta volviendo a Txokoalde, baratzas, Aginaga, donde comenzamos a subir por la Estrata hasta el Urontzi. Aquí optamos por el recorrido más llevadero y por debajo de la autopista pasamos por Txakurtegi, cruzándonos con un nutrido tropel de nuestros amigos Groseros de Txalupa que bajan a gran velocidad.
Llegados a Arratzain emprendemos la bajada que está recién asfaltada, mucho más suave que el anterior hormigón. Volvemos al barrio por Aingeru Zaindaria, Atotxaerreka y Zuatzu. Unos 30 kms en total.
Tenemos tiempo para tomar café antes de volver a casa sin mojarnos tal como nos indicó Bárbara. La semana que viene más y mejor, las oraciones de la semana pasada eran para todo el mes.
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